Dia Internacional de la Tolerancia
Responsabilidad
o irresponsabilidad.
Este 16 de
Noviembre, probablemente muchos tengan que celebrar, sin embargo, muchos
también estarían dispuestos a celebrar si desde hace semanas, meses, años, les
hubieran hecho justicia por los problemas de intolerancia en su contra.
La no
aplicación de nuestras leyes, han permitido que esto no sea una celebración, queda
solamente en una remembranza de lo que actualmente pasa en nuestro Estado de
Chiapas y en Nuestro México, que no es otro, es el mismo que vió hace muchos
años Benito Juárez, quien estuvo dispuesto a generar leyes que permitieran la
sana convivencia entre personas de diferentes religiones; no es el hecho de que
quien reclame más fuerte le hagan justicia, más bien, es la justicia la que se
debe tener sin reclamos para proteger y salvaguardar los derechos que cada
persona tiene.
En Rosario
Bahuitz, Mpio. de las Margaritas de este bello Estado de Chiapas, desde hace
más de dos años no se ha logrado que la justicia sea una realidad, mas bien,
pareciera que es algo imposible y que a pesar de ello, los afectados siguen
luchando para que en un futuro cercano o no, puedan disfrutar que, aquellos
ideales de Benito Juárez y de otros tantos que lucharon por la libertad, sea
una realidad en el Ejido del que fueron desplazados de manera forzada en meses
pasados.
Pero el
problema no es solamente que la gente “no entienda” lo que son las leyes
constitucionales, también los funcionarios inclusive de “primer nivel” tampoco
saben para que están y sobre todo, se manifiesta el poco conocimiento que
tienen de lo que es aplicación del estado de derecho.
El
peregrinaje de los afectados, se ha visto enturbiado por los organismos civiles
que les han prestado asesoría legal de manera fraudulenta y los han dejado
abandonados; los funcionarios que en lugar de ayudarles aprovechan para
negociar “políticamente” con los delincuentes; los organismos civiles que han
aprovechado sus problemas para obtener dinero a costa del sufrimiento de ellos;
las instituciones de justicia que en dos años no han podido integrar una
averiguación previa como corresponde y que no han perseguido delitos que son de
oficio…
Y las
reuniones van y las reuniones vienen, cada semana si es posible es necesario
que los afectados asistan a reuniones para “negociar” sus derechos, como si
fuera algo que para disfrutarlos, deberían de ser condicionados para que no les
sigan haciendo más daño.
En esta
semana, después de muchas promesas del Delegado de Gobierno (anterior y actual)
que las cosas ya están a punto de solucionarse, las autoridades ejidales
destruyen el cerco que está alrededor de sus viviendas y del terreno que tienen
junto y que ambos fueron comprados de acuerdo a los contratos de compra venta
que poseen; son las mismas propiedades en las que las autoridades Ejidales les cortaron
el agua y la luz para forzar el desplazamiento fuera de la comunidad porque
inclusive, si alguien de la comunidad (familiar o no) les ayuda con agua, son
multados por “desobedecer” a la asamblea.
Y eso es la
tolerancia que celebramos? Quizá los lectores pueden decir que es un caso
aislado, que es un negrito en el arroz, pero siento desilusionarlos, más bien
creo que el arroz se está quemando porque solo en Chiapas tenemos cerca de 50
problemas de este tipo en los Municipios de San Cristóbal de Las Casas,
Huixtán, Ocosingo, Tumbalá, Palenque, Tila, Sabanilla, La Trinitaria, Las
Margaritas, Comitán, Altamirano, Venustiano Carranza, Socoltenango, Zinacantán,
Chiapilla, Chilón, entre otros.
Al momento de
comenzar el peregrinaje en oficinas gubernamentales en las que deben de recibir
un “trato justo”, reciben violencia e intolerancia verbal de parte de empleados
que lo único que podemos decir es que son ignorantes de los derechos humanos.
Expresiones como “si no fueran evangélicos no tendrían problemas”, “eso les
pasa por convertirse a evangélicos”, “los evangélicos son los que ocasionan los
problemas”, “los evangélicos dan mucho trabajo”.
Bien por
los que tienen que celebrar este 16 de Noviembre, Día Internacional de la Tolerancia, bien por los funcionarios que hacen su trabajo considerando los
afectados “como si fueran ellos mismos”, preocupándose de la respuesta, de la
justicia, del respeto mutuo y sabiendo que tienen una responsabilidad que
cumplir para andar con la frente en alto estén o no en el encargo; señalamos
las actitudes malas, pero reconocemos las actitudes que responden a la
legalidad.
No hay
duda, las cosas hechas en lo oculto, pronto saldrán a la luz; no lo digo yo, es
la frase de Jesucristo quien nos enseñó que después de la tormenta viene la
calma y que la justicia es una añadidura, no una limosna como actualmente lo
vemos.
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